miércoles, 27 de enero de 2010

Eu adoro

él me miró y me dijo: eu gosto de voce. voce gosta de mi?

miré a mi amiga, puse cara de pelotuda y me reí. eu tein (no tehno) vergonha, balbuceé.

48 horas más tarde, estaba desnuda en el baño de su restaurant, escuchando constante e insistentemente una palabra: delizia.

esa palabra quedó inutilizada por el resto de mi existencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario