lunes, 31 de mayo de 2010

a la hora de la remodelación...


placard mata baño.


inestable


la falsa escuadra, para mí, es un problema metafísico. aunque mi mamá no lo entienda, que el departamento no tenga ángulos rectos me desequilibra.



el ocasional fotografo debería simplemente ser honesto y decirlo:

- nena baja ese brazo.

no comprendo (ni lo haré jamás) a la mujer que ante el disparo confía en que levantar su brazo y sonreír hará que su foto luzca más entretenida.


sábado, 29 de mayo de 2010

el problema lo tengo yo

no entiendo. te juro que no lo entiendo. es un cavernícola esquizofrénico.

lo que no debería entender, y esto es lo preocupante del hecho, es por qué me gusta tanto un cavernícola esquizo.

y sin embargo me pregunto por qué el hace o deja de hacer, me habla o me deja de hablar, me quiere ver o no... en fin esta adolescencia tardía por la que actualmente transcurro.

lunes, 17 de mayo de 2010

camino a capital

sábado 3 am. no sé como termine en el asiento de acompañante. al volante conducía el hombre cuya mujer era conocida como la turca. nunca supe su nombre. la señora susana, por que él hablaba con respeto vistes.... en fin, monopolizó la conversación en todo momento. a cada silencio lo acorralaba, no quería saber de nosotras, sólo quería hablar de él.

él y los turistas. los turistas y la turca. la turca y los 500 dólares. se va a comprar una meriva.

no se callará nunca jamás. enviar sms: acaparador de atención mal, me quejé.

sexy mal. envidia a la turca. respondieron.

ah bueeeeeeeeee, esto es un quilombo.

suena el celular. ebriedad. doblar en u. ine y coni no paran de tirarle de la lengua.

la recepcionista es mediocre. el no trabaja para la señora susana, ella no lo puede esclavizar.

todo esto venía más o menos como uno esperaría de una sana interacción entre 5 ebrias y un hombre frustrado pero encantador, un chanta argentino, hasta que se puso serio.

en serio no me reconoces?

lo miro de frente por primera vez en los últimos 12 minutos de efímera convivencia conyugal. lo miro de frente. hago un esfuerzo enorme por terminar de abrir un ojo. me cuesta una barbaridad. me doy cuenta que el está hablando en serio.

repite: en serio no me reconoces?

yo hago de estra (no dijo extra) en valientes y malparida. te diste cuenta, no?

en serio?

las desapariciones no son parte de la fluidez, andi.

las desapariciones son la obstrucción de la fluidez.

ok.


jueves, 13 de mayo de 2010

sarcástica estoy


en medio de la perdición del juicio que representa el consumo de alcohol y drogas me dejé convencer, con muy poco, poquísimo, que mandar un mensaje a las 6 am era una genial idea.

contestó al instante, decía: estoy cayendo en villa crespo, en la semana nos vemos?

yo pensé que se refería a esta semana, pero se ve que entendí mal. era la que viene, se ve...

la respuesta no está en ese libro de mierda


si mañana se vuelve a subir al tren con su libro de mierda se lo digo.

en serio, se lo digo.

estoy con los huevos al plato de las minitas que leen al pelotudo, vendepatria*, sueco de mierda de stieg larsson.

le digo que si se va a molestar en leer que lea algo copado y no pierda tiempo leyendo otro fuckin best-seller.

* la verdad ni idea si lo fue o no, pero me encanta ese insulto y no puedo evitar usarlo en tanto se me da la oportunidad.

mantra II

voy a ser feliz.
voy a ser feliz.
voy a ser feliz.
voy a ser feliz.
voy a ser feliz.

(algún día tiene que ser así)

mantra

todo pasa.
todo pasa.
todo pasa.
todo pasa.
todo pasa.
todo pasa.
todo pasa.
todo pasa.
todo pasa.
todo pasa.
todo pasa.

martes, 11 de mayo de 2010

que lo disfruten


http://www.vxv.com/canal/ElVagoneta/ultimos

http://www.vxv.com/canal/elshowderamiroagujis/zuOUGznNsdKT/capitulo-01-ramiro-agujis-paradigma-creativo.html

http://www.youtube.com/watch?v=qfUAPvFrz6k

http://www.youtube.com/watch?v=D-Y8p6lwRXQ

http://www.youtube.com/watch?v=X_bTMOQBItw

con dolor lo admito...


el doble, de dostovieski, me aburrió soberamente.
entre nosotros nos nombramos rulo, victor y gato.

cuando entramos a starbucks tenemos alías.




domingo, 9 de mayo de 2010

hay que ser realmente idiota para...

Hace años que me doy cuenta y no me importa, pero nunca se me ocurrió escribirlo porque la idiotez me parece un tema muy desagradable, especialmente si es el idiota quien lo expone.
Puede que la palabra idiota sea demasiado rotunda, pero prefiero ponerla de entrada y calentita sobre el plato aunque los amigos la crean exagerada, en vez de emplear cualquier otra como tonto, lelo o retardado y que después los mismos amigos opinen que uno se ha quedado corto. En realidad no pasa nada grave pero ser idiota lo pone a uno completamente aparte, y aunque tiene sus cosas buenas es evidente que de a ratos hay como una nostalgia, un deseo de cruzar a la vereda de enfrente donde amigos y parientes están reunidos en una misma inteligencia y comprensión, y frotarse un poco contra ellos para sentir que no hay diferencia apreciable y que todo va benissimo. Lo triste es que todo va malissimo cuando uno es idiota, por ejemplo en el teatro, yo voy al teatro con mi mujer y algún amigo, hay un espectáculo de mimos checos o de bailarines tailandeses y es seguro que apenas empiece la función voy a encontrar que todo es una maravilla. Me divierto o me conmuevo enormemente, los diálogos o los gestos o las danzas me llegan como visiones sobrenaturales, aplaudo hasta romperme las manos y a veces me lloran los ojos o me río hasta el borde del pis, y en todo caso me alegro de vivir y de haber tenido la suerte de ir esa noche al teatro o al cine o a una exposición de cuadros, a cualquier sitio donde gentes extraordinarias están haciendo o mostrando cosas que jamás se habían imaginado antes, inventando un lugar de revelación y de encuentro, algo que lava de los momentos en que no ocurre nada más que lo que ocurre todo el tiempo.
Y así estoy deslumbrado y tan contento que cuando llega el intervalo me levanto entusiasmado y sigo aplaudiendo a los actores, y le digo a mi mujer que los mimos checos son una maravilla y que la escena en que el pescador echa el anzuelo y se ve avanzar un pez fosforecente a media altura es absolutamente inaudita. Mi mujer también se ha divertido y ha aplaudido, pero de pronto me doy cuenta (ese instante tiene algo de herida, de agujero ronco y húmedo) que su diversión y sus aplausos no han sido como los míos, y además casi siempre hay con nosotros algún amigo que también se ha divertido y ha aplaudido pero nunca como yo, y también me doy cuenta de que está diciendo con suma sensatez e inteligencia que el espectáculo es bonito y que los actores no son malos, pero que desde luego no hay gran originalidad en las ideas, sin contar que los colores de los trajes son mediocres y la puesta en escena bastante adocenada y cosas y cosas. Cuando mi mujer o mi amigo dicen eso --lo dicen amablemente, sin ninguna agresividad-- yo comprendo que soy idiota, pero lo malo es que uno se ha olvidado cada vez que lo maravilla algo que pasa, de modo que la caída repentina en la idiotez le llega como al corcho que se ha pasado años en el sótano acompañando al vino de la botella y de golpe plop y un tirón y no es mas que corcho. Me gustaría defender a los mimos checos o a los bailarines tailandeses, porque me han parecido admirables y he sido tan feliz con ellos que las palabras inteligentes y sensatas de mis amigos o de mi mujer me duelen como por debajo de las uñas, y eso que comprendo perfectamente cuánta razón tienen y cómo el espectáculo no ha de ser tan bueno como a mí me parecía (pero en realidad a mí no me parecía que fuese bueno ni malo ni nada, sencillamente estaba transportado por lo que ocurría como idiota que soy, y me bastaba para salirme y andar por ahí donde me gusta andar cada vez que puedo, y puedo tan poco). Y jamás se me ocurriría discutir con mi mujer o con mis amigos porque sé que tienen razón y que en realidad han hecho muy bien en no dejarse ganar por el entusiasmo, puesto que los placeres de la inteligencia y la sensibilidad deben nacer de un juicio ponderado y sobre todo de una actitud comparativa, basarse como dijo Epicteto en lo que ya se conoce para juzgar lo que se acaba de conocer, pues eso y no otra cosa es la cultura y la sofrosine. De ninguna manera pretendo discutir con ellos y a lo sumo me limito a alejarme unos metros para no escuchar el resto de las comparaciones y los juicios, mientras trato de retener todavía las últimas imágenes del pez fosforescente que flotaba en mitad del escenario, aunque ahora mi recuerdo se ve inevitablemente modificado por las críticas inteligentísimas que acabo de escuchar y no me queda más remedio que admitir la mediocridad de lo que he visto y que sólo me ha entusiasmado porque acepto cualquier cosa que tenga colores y formas un poco diferentes. Recaigo en la conciencia de que soy idiota, de que cualquier cosa basta para alegrarme de la cuadriculada vida, y entonces el recuerdo de lo que he amado y gozado esa noche se enturbia y se vuelve cómplice, la obra de otros idiotas que han estado pescando o bailando mal, con trajes y coreografías mediocres, y casi es un consuelo pero un consuelo siniestro el que seamos tantos los idiotas que esa noche se han dado cita en esa sala para bailar y pescar y aplaudir. Lo peor es que a los dos días abro el diario y leo la crítica del espectáculo, y la crítica coincide casi siempre y hasta con las mismas palabras con o que tan sensata e inteligentemente han visto y dicho mi mujer o mis amigos. Ahora estoy seguro de que no ser idiota es una de las cosas más importantes para la vida de un hombre, hasta que poco a poco me vaya olvidando, porque lo peor es que al final me olvido, por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde, o el olor de un vagón de tren cuando uno entra y se tiene un billete para un viaje de tantas horas y todo va a ir sucediendo prodigiosamente, el sándwich de jamón, los botones para encender o apagar la luz (una blanca y otra violeta), la ventilación regulable, todo eso me parece tan hermoso y casi tan imposible que tenerlo ahí a mi alcance me llena de una especie de sauce interior, de una verde lluvia de delicia que no debería terminar más. Pero muchos me han dicho que mi entusiasmo es una prueba de inmadurez (quieren decir que soy idiota, pero eligen las palabras) y que no es posible entusiasmarse así por una tela de araña que brilla al sol, puesto que si uno incurre en semejantes excesos por una tela de araña llena de rocío, ¿qué va a dejar para la noche en que den King Lear? A mí eso me sorprende un poco, porque en realidad el entusiasmo no es una cosa que se gaste cuando uno es realmente idiota, se gasta cuando uno es inteligente y tiene sentido de los valores y de la historicidad de las cosas, y por eso aunque yo corra de un lado a otro del Bois de Boulogne para ver mejor el pato, eso no me impedirá esa misma noche dar enormes saltos de entusiasmo si me gusta como canta Fischer Dieskau. Ahora que lo pienso la idiotez debe ser eso: poder entusiasmarse todo el tiempo por cualquier cosa que a uno le guste, sin que un dibujito en una pared tenga que verse menoscabado por el recuerdo de los frescos de Giotto en Padua. La idiotez debe ser una especie de presencia y recomienzo constante: ahora me gusta esta piedrita amarilla, ahora me gusta "L'année dernière à Marienbad", ahora me gustas tú, ratita, ahora me gusta esa increíble locomotora bufando en la Gare de Lyon, ahora me gusta ese cartel arrancado y sucio. Ahora me gusta, me gusta tanto, ahora soy yo, reincidentemente yo, el idiota perfecto en su idiotez que no sabe que es idiota y goza perdido en su goce, hasta que la primera frase inteligente lo devuelva a la conciencia de su idiotez y lo haga buscar presuroso un cigarrillo con manos torpes, mirando al suelo, comprendiendo y a veces aceptando porque también un idiota tiene que vivir, claro que hasta otro pato u otro cartel, y así siempre.

bertlolt brecht

cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad.

morales

la única comida que se fehacientemente que cocino increíblemente bien es el budín de banana. al punto que ana y vero me cantan:

vero vos entretenela
mientras yo le zarpo el budín...

(ritmo de cancha)

ugas


a tus pechos más que nada

quiero hacerlos limonada

chudo y tootsie´s dixit

sábado, 8 de mayo de 2010

ponerse de novio es noventero

viernes, 7 de mayo de 2010

misecreto.com

esto es un secreto. me gusta john mayer. me da verguenza decirlo. es re gay que te guste john mayer. es como que te guste acá chayanne. y yo por esta vida terrenal ya me la mande con emanuel ortega y con esto termino de inmolarme.

saludos cordiales,

la muerta musical

lisiada emocional


mi relación con el compromiso es una más bien complicada. sin embargo, mi relación con los hombres es aún más compleja. ellos no me entienden, nunca. y yo a ellos -estoy empezando a aceptar- tampoco.

no es tan difícil. no quiero que seas mi novio. no quiero ser tu novia. no quiero que me persigas cuando te rechazo. no quiero tener que rechazarte. no quiero jugar. final del juego, diría mi amigo, don julito. no debería ser tan complicado que entiendas que quiero coger, idealmente 3 o 4 veces por semana, tranquilamente distribuido en 2 visitas higiénicas semanales. por qué lo complicás? no te pido fidelidad, no te pido amor.

entiéndanlo genios, no los amo, no los voy a amar nunca así que aceptemonos sin tanto ir y venir que estoy vieja para estas cosas.

voy bien...

víspera de mi cumpleaños.

hace por lo menos dos semanas que mi celular está siendo ignorado, por mí y por el mundo. casi no suena. casi no lo uso. estoy bastante ermitaña y odiadora de la humanidad.

sin embargo, siendo casi mi cumpleaños decidí ser más feliz. llamo a mi mejor amiga. hablo con ella, le pregunto cuáles son sus planes. sale con su gran amiga elisa, a quien aborrezco. está ocupada. y mañana también así que no se puede juntar con mi concubina a cenar -aclaro, cena a la que yo, siendo mi cumpleaños, no estaba invitada-.

genial, menos mal que mi concu quería volver de colombia para estar conmigo en mi día! tenía planes para su tarde, su cena y aparentemente tampoco podían prescindir de su presencia en crobar mañana. mi otra amiga no podía ir a cenar por que tenía una muestra a la que no podía faltar, a la tarde iba a estar haciendo pruebas de no se que mierda en su casa, si quería podía pasar. claramente no sabe que cumplo años mañana.

los 23 me están empezando a sentar de maravilla.


algo le tengo que dejar a mi marido, me entendés?


aparentemente, según mi gran amigo pepe, entregar el culo y tomar fernet son comparables.

yo le creo, sin duda alguna. pero. pero. pero...

miércoles, 5 de mayo de 2010

tengo la sensación de estar jugando el último round

mi hermano me llama, quiere saber dónde estoy, cómo estoy, qué necesito. el siempre está.

hoy me llamo mientras estaba en trapecio y me tentó con unas pizzas caseras, así que ante la realidad de mi heladera vacía acepté. es tan gracioso él. y está tan desquiciado y no lo sabe, que es la gloria misma.

en fin, hablabamos de qué vamos a hacer el sábado por mi cumpleaños, mi mamá se quejó -lo hace a la perfección, años practicó hasta alcanzarla*- de no estar contemplada en ninguno de mis planes e hizo referencia a que cuando alcanzase los 25...

WTF?!?
mi vieja no sabe mi edad?

la puta que me parió


*el tono de voz pausado aunque constante, el suspiro cansado, la previsión de la catastrofe inminente ante el fatal presente son algunas de sus disponibilidades diría Merleau Ponty

domingo, 2 de mayo de 2010

escalvitud


la impuntualidad me domina.

osita


irme a dormir el viernes a las 20 pm y despertar el sábado a las 10 am me hace un poco -bastante- feliz.

saber que no desperdicie ni un minuto en nada más que lo que yo anhelaba me hace del todo feliz.

fernando pessoa


la mejor palabra de todo el idioma portugués es pessoa. suena bien. te recuerda a fernando (el escritor) o si sos andi al jipi ese de misti chill.