miércoles, 22 de diciembre de 2010

la última palabra

él siempre tiene la última palabra. nunca jamás desde que lo conocí pude quedarme con el remate yo. hablo de pepe, mi amigo laboral pepe.

el lunes me paso a buscar. fuimos a la mezzetta a comer pizza. yo ya había avisado que no tenía efectivo, así que cuando el cajero dijo: son $36, quise hacerme la pilla y agregué:

- paga mulo mío.

pero él remató:

- no te preocupes gorda, me lo pagas cada vez que me entregas la cola.

el cajero contuvo su risa y yo mi furia.

una vez más él tuvo la última palabra...

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