qué poco me atrae un hombre que sólo me ofrece sus millones al presentarse. no sé cómo alguien puede pensar que va a lograr una mejor predisposición de mi parte si me cuenta que es rico. la conversación, fue algo así como:
- renuncié, el martes fue mi último día. ahora apelo a que alguien me pague por estudiar.
- ah, qué estudias?
- estudié comunicación y ahora quiero estudiar la aplicación de la ley antiterrorista como dispositivo de control.
- ...
- vos?
- yo no terminé, tuve que hacerme cargo de la empresa familiar de chico.. (después aviso que su padre murió y sus ojos se pusieron vidriosos, hubo un momento awkward total)
- ah, qué haces?
- tengo joyerías, ahora vamos a abrir un local en patio bullrich.
- ah, yo no sé de joyas, no compro ni conozco a nadie que compre...
- y menos de las mías (dijo inflando el pecho)... yo vendo relojes de 35 mil dólares...
- ah, sí, yo jamás pagaría eso por un reloj...
la conversación continuo sin nada en común. él tiene un jardinero, a mí se me murieron las plantas porque este frío polar no me permite salir a regarlas. él calcula cuánto le cuesta en pesos armar un porro de esas flores que él, sin embargo, paga en dólares. y avisa, para que no dude de su generosidad, que cuando se hacen reuniones en su mansión él invita... yo fumo más que nada paragua...
mi duda existencial es si el asco que me provoca un hombre que sólo puede contar entre sus cualidades el dinero es envidia o genuino desprecio...
No hay comentarios:
Publicar un comentario