habiendo compartido cuarto con un irani, dos yankis, dos candienses, una brasilera, dos japoneses y un australiano, llegar a roma y encontrarme con un argentino y cuatro uruguayos (a los que confundí con argentinos) fue una rareza absoluta, una relajación total de poder hablar en español incomparable.
entro a la cocina, ellos están hablando, escuchan música, yo caliento agua y preparo mi mate.
hay un brasilerito simpático, quiere saber de qué se trata lo que hago. reímos, charlamos.
ellos preguntan de dónde soy, a lo que natural y etnocentricamente (asumiendo que somos todos porteños) contesto:
- de vicente lópez.
silencio. silencio. silencio. (somos 8 en la habitación). silencio.
- ustedes?
- yo de rosario.
- nosotros de uruguay. canelones. montevideo. cerca de colonia.
- sao paolo.
- salvador de bahía.
- ahhhh...
espero que todos piensen que vicente lópez es un pueblito desconocido y no que sepan que soy tan pero tan pelotuda a veces...
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