martes, 5 de julio de 2011

rambling

estoy empezando a gustar de la idea de lo nuevo. ya no más terror. benvenuto lo nuovo!

cuando tenía 12 nos fuimos a bariloche de viaje de egresados (aún cantamos, casi siempre ebrias, las canciones que en esas dos semanas repetimos diariamente). la cuestión es que viajamos en micro. muy intelectual de mi parte me compré la revista GENTE. el verano del 95 fue el verano de dolores barreiro. recién llegada a la fama, de novia con pancho dotto, pendeja de 18. todo conspiraba para que saliera en la tapa de GENTE. la cuestión es que en el viaje leí la extensa entrevista que alguien le hubiese hecho a una nena de 18 como quien lee a una eminencia.

lo único que recuerdo de toda la entrevista es una pregunta y su respuesta, que aún a mis 12 me había indignado soberanamente. el periodista quería saber a quién había votado en las elecciones presidenciales ese año. ella respondió lo siguiente:

- menem. mejor malo conocido que bueno por conocer.

recuerdo que ahí nomás me di cuenta que esa chica podría tener todo lo que tuviese: belleza, dinero, fama, piernas kilométricas, pero siempre le iba a faltar algo, a saber: sentido común. cómo podía responder eso? me indigné pero claramente lo superé al instante.

hoy lo recordé mientras pasé por la puerta de mi colegio. me indigné again, hasta que me di cuenta que yo a veces hago eso. quién soy yo para juzgarla? yo me aferro a lo que hay, aunque eso que haya la verdad mucho no me convence. entonces pensé:

hay miles de motivos por los que yo querría parecerme a dolores barreiro. sus piernas kilométricas, sus millones, su marido, los viajes en su haber. pero no su idiotez, su falta de criterio no.

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