el auto se quedo sin batería, por lo que la bocina no funciono cuando se lo quise avisar a ine, que pasaba en su renoleta por mi lado sin divisar mi pedido de auxilio. como si eso fuese poco mi celular había desaparecido. no estaba en mi cartera, no estaba en ningún lado. asumí con desesperación inevitable mi fatal destino. mi amiga me llamaría cuando llegase a mi casa y yo nunca iba a atender. ella nunca iba a pensar que yo estaba sentada en mi auto semi escondida esperando su regreso.
increíblemente 20 minutos más tarde, cuasi congelada por el frío polar, empieza a vibrar mi celular. desesperada lo encuentro abajo del freno de mano. le cuento todo a mi amiga que otros 20 minutos más tarde llega a rescatarme.
es definitivo, la quedamos. yo envejecí 13 años en los últimos 40 minutos, vamos a fumar, hablar de hombres y dormir. plan que ejecutamos a la perfección. una vez en la cucha, casi entrando en la profundidad total del sueño comienzo a escuchar pasos por el departamento. es andi. pienso que es andi. pero por qué no escuche la puerta? me voy despertando de a poco. las pisadas son fuertes y contundentes. pisada de hombre. suela mojada que va y viene. comienzo a asustarme, al punto de no poder moverme, pero tengo los ojos abiertos y mi corazón late como si hubiese corrido un maraton. despierto a ine. ella también escuchó pasos. qué hacer? huir. correr. agarrar llaves. no sabemos dónde están. nos encerramos en el cuarto. empezamos a llamar frenéticamente a hermanos, madres, amigas. nadie atendía. ana atendió. llamar al 911. llamamos. la mujer toma nuestra denuncia. yo tengo un ataque de risa. después lloro con terror verdadero. ponganse en resguardo dijo la señora al teléfono.
10 minutos más tarde timbre. yo atiendo. obligo a ine a venir conmigo a la cocina. hago como que todo bien. temo que suban por las drogas. no quiero ir en cana. ellos e ine quieren subir. entran, empuñan sus armas y se dirigen al cuarto de andi. me piden que vaya. me preguntan si esta bien que este todo en el piso tirado, con verguenza digo que sí, me excuso en una mudanza que poco tiene que ver con ese desorden. quieren revisar el resto del departamento. pienso en el picador en el piso del living, en la bolsa en el freezer, en la tuca en el cenicero y quiero que se vayan ya. bajamos, mientras uno me pide los datos el otro pregunta:
- ¿son hermanas?
- no, amigas.
- ¿amigas o amigotas?
- chau. gracias.
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