miércoles, 25 de agosto de 2010

la vuelta al perro

había olvidado lo mucho que me gusta dar la vuelta al perro. había olvidado que una de mis tareas laborales en esa isla era pasearle el perro a ese francés. y lo mejor es que a cambio de pasear a ese perro que constantemente saltaba y se paraba en dos patas buscando atención, yo daba "la vuelta al perro". le sacaba su auto a ese francesito y lo pasaba a buscar. me prendía uno y daba una vuelta a la manzana. de un lado el golfo, del otro el océano.

y ahora, de vuelta en el hogar materno paseo las perras de mi hermano. doy la vuelta al perro al ritmo de el pibe de los astilleros y bailo en la calle que está vacía y me tapa ese ombú y la impunidad de una calle sin salida y soy feliz. no hay océano, no hay golfo y mientras imito al indio en ese video que ví hoy me río sola.

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